A veces hacer las asignaciones puede convertirse en una pesadilla. Varios padres me han comentado que el volumen de tareas que dan en las escuela de sus hijos es exagerado y hace que los niños no quieran hacer todo ese montón de trabajo. Aquí vas a tener varios consejos que te ayudarán ha hacer este proceso más llevadero.
Los estudios demuestran que algunos niños/as no quieren hacer asignaciones y/o proyectos debido a dos posibles razones (1) falta de motivación (es decir,“no quiere”) o (2) un déficit en destrezas académicas (es decir, “no puede”).
Además de disminuir distracciones incensarais a la hora de hacer la tarea, aquí algunos humildes consejitos sobre cómo puedes ayudar a tu hijo/a a hacer las asignaciones con más disposición.
Quiero recalcar que estas estrategias son altamente efectivas; sin embargo, es importante que una vez comiences a utilizarlas seas muy consistente. Es decir, impleméntalas siempre! Ya verás, pronto en vez de ser una pesadilla, hacer asignaciones se convertirá en un momento para aprender más de tu hijo/a para que este/a alcance su mejor potencial…
Rutina diaria - Hacer que un niño/a con poca motivación por las tareas detenga una actividad de alta preferencia por hacer asignaciones, es sinónimo seguro de malos ratos… Para mejorar la motivación, asegúrate que tu hijo/a primero haga las asignaciones y luego de terminar haga actividades que disfrute (por ejemple juegue, vea TV).
Crea una rutina ya sea en formato visual o escrita (como funcione mejor para tus hijos/as) y mantente fiel a esta. Las actividades preferidas para tu hijo/a deben ser contingentes a haber
terminado sus tareas. A continuación algunos ejemplos de cómo estos itinerarios se podrían ver:
Divide las tareas en porciones más pequeñas según la tolerancia de tu hijo/a. ¿A quién le gusta estar sentado por tres horas haciendo asignaciones y estudiando, especialmente después de haber estado todo el día en la escuela? Muy pocas personas, ¿cierto? Por lo tanto, según la tolerancia de tu hijo, ofrece recesos frecuentes. La frecuencia de dichos recesos depende de la tolerancia de tu hijo a trabajar por largos periodos de tiempo así como también de la dificultad de la tarea.
Por ejemplo, si la asignación de matemáticas manda 20 ejercicios, pídele a tu niño/a que haga los primeros 5 ejercicios y luego podrá tener un receso. Durante este receso provee la oportunidad de que valla al baño, tome agua, o lleve a cabo algo de corta duración. Es importante que durante este tiempo tu hijo sea supervisado y que cualquier intento de este de ir a jugar sea detenido. Algo que utilizamos mucho en terapia son los “timers,” . Estos timers se utilizan durante los recesos y la alarma es indicativo que es hora de volver a trabajar.
Actitud positiva - Somos modelos para nuestros hijos/as. Si tu hijo/a te ve de mal humor cuando le dices que es hora de trabajar, o si le gritas mientras está haciendo la tarea, ¿qué motivación podremos esperar para que haga su tarea? En cambio, utiliza comentarios positivos mientras se están haciendo las asignaciones. Por ejemplo, “¡wow Luis, qué fuerte estas trabajando!” “¡Muy buen trabajo!” “¡Yo sé que es difícil, pero estas trabajando fuerte y eso me hace feliz!”). Es muy importante que estos elogios (“praise” en inglés) se provean de forma frecuente y con entusiasmo. Valida las dudas que tu hijo/a pueda tener y ofrece ayuda de forma genuina.
Comunicación directa con los maestros/as de tus hijos. Esto ofrece muchos beneficios. Primero, tendrás la oportunidad de saber de ante mano qué asignaciones esperar; lo cual te dará la oportunidad de ofrecer recordatorios o quizá saber de ante mano cuándo el próximo proyecto debe ser entregado. Segundo, la comunicación directa con el maestro de tu hijo/a te permitirá conocer sus límites y fortalezas.
Es importante saber distinguir issues de motivación versus issues relacionados a déficits académicos. Más que esperar a que las notas las entreguen a final del semestre y mantener una guerra por las asignaciones en la casa, ¿qué mejor que mantenerse actualizado sobre cómo tu hijo va progresando académicamente? De esta manera, se pueden buscar alternativas tales como tutorías, que ayuden a cerrar dichos déficits a tiempo.
Recuerda, cada niño/a es diferente y estas y muchas otras estrategias se pueden utilizar dependiendo de las necesidades únicas y la forma de ser de tus hijos. Habla con el maestro/a o el psicológico escolar. Conoce los recursos que ofrece la escuela y la comunidad. Fomentar un ambiente positivo para las tareas hace que los niños/as puedan percibir las asignaciones como algo positivo y llevarlas a cabo con más disposición. Esto como consecuencia desarrolla valores de responsabilidad los cuales se pueden reflejar más adelante en la vida adulta de los que serán el futuro de nuestra sociedad.
Por: Marian Galán, PhD
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