Las perretas son terribles. Recuerdo que cuando mis niños eran pequeños pasé por unas pocas que quise olvidar para siempre. Con esta guía les puedo asegurar que se les harán mucho más fáciles de manejar si les ocurriera. Gracias a Dios una vez crecen un poco los tantrums desaparecen.

Cuando los niños llegan a los tres años, ¡se transforman! Hasta el bebé más tranquilo puede volverse de pronto un torbellino incontrolable de desplantes y enojos. Aunque cada niño o niña son distintos, todos suelen tener alguna rabieta con mayor o menor intensidad, ya que se trata de conductas normales en esa etapa del desarrollo de los niños.

Las rabietas surgen del conflicto entre el deseo de autonomía del pequeño y la dependencia que sigue teniendo de los adultos, tanto física como emocional. Muestran su frustración cuando no obtiene lo que quiere. Y este es un dato clave: son más usuales cuando está cansado o tiene hambre. Ocurren con mayor frecuencia a los tres años y desaparecen solas alrededor de los cinco o seis años.

¿Qué se puede hacer? Los papás se debaten entre ignorar a los niños, ponerles límites o consentirlos. Te contamos en esta nota diez buenas ideas para ayudarlos a pasar por esa etapa de acuerdo a los especialistas de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

Ideas para sobrellevar los enojos

1. La mejor actitud Sin dudas, las rabietas ponen a prueba a los padres y, de acuerdo a los expertos, la mejor actitud es “ignorarlas”, mantenimiento la calma y continuando con lo que estábamos haciendo.

2. Una distracción Si tu niño no hace caso, puedes ofrecerle alternativas o intentar distraerlo con un juguete o una canción que le guste.

3. Tiempo fuera Puede resultar también alejarlo de los demás por 2-3 minutos, un tiempo fuera, y esperar a que termine de llorar explicándole que no lo atenderás hasta que se comporte distinto.

4. Sin risas No debes reírte porque le darás un mensaje contradictorio. Tampoco te avergüences si ocurre en público.

5. Mucho amor Recuerda que durante ese momento de capricho el que peor lo pasa es el niño porque se asusta y teme perder el cariño de sus papás. Con amor, ayúdalo a recuperar el control.

6. Reconocimiento Ante la primera buena conducta luego de una escena de enojo, hazle saber que lo ha hecho bien.

7. Sin chantajes No te dejes chantajear por las rabietas porque de ese modo tu hijo podría aprender que esa es la forma de conseguir lo que quiere.

8. Felicitar, más que regañar Recuerda que la educación debe estar basada en lo que se llama “refuerzos positivos”. Se trata de elogiar siempre sus actitudes y comportamientos positivos, inmediatamente después de que ocurren. Dale atención extra cuando hace algo bien, y valora esos pequeños avances del día a día.

9. Un buen modelo No olvides que tú eres su modelo, por lo que buscará imitar lo que hagas.

10. “Yo solo” Ayúdalo a lograr una autonomía progresiva y adecuada para su edad. Déjalo hacer cosas por su cuenta, al comer, bañarse e irse a dormir, por ejemplo, siempre que no implique un peligro. Y si hace mal la tarea solo, no se lo debe recriminar ni avergonzar.

Por: Pamela Subizar

Publicado por: Ser Padres www.serpadres.com

¿Has pasado en alguna ocasión por una perreta con tu hijo? ¿Cuál ha sido la peor? Puedes escribirnos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

¿Tienes problemas de comunicación o una relación difícil con tu niño o niña y no sabes por dónde empezar? Te invito a que te registres en una sesión gratuita de 30 minutos conmigo.

Oprime la sección de CONSULTAS y separa tu espacio. Me gustaría ayudarte.

Share This

Siguenos En: