Según la Real Academia Española la indulgencia es la facilidad en perdonar o disimular las culpas o conceder gracias.

La indulgencia excesiva impide que los niños aprendan habilidades importantes. Aquí

están los 10 mejores consejos para evitar ser demasiado indulgentes o como decían

en el campo, blandengues:

1. Lo primero es reconocer que la indulgencia en exceso perjudica y que, al igual

que ser demasiado permisivos, afecta la capacidad de los niños para funcionar adecuadamente en la vida.

2. Identifica y señala cuando ya tienen suficiente de algo.

3. Enseña la diferencia entre lo que necesitan y lo que quieren.

4. No darles todo lo que esperan o quieren es saludable. Está bien sentir esa

pequeña frustración de vez en cuando.

5. Establecer y mantener límites y reglas firmes.

6. Cumpla con las consecuencias de usted estableció tendrían.

7. No haga por sus hijos cosas que ellos claramente pueden resolver o hacer.

8. Piense en el valor que USTED le pone a lo material y como ve y cumple con SUS

responsabilidades.

9. Muestre y modele una actitud agradecida por TODO lo que tiene.

10. Anime a sus hijos a pensar en los demás y hacer del mundo un lugar mejor.

Puede ser difícil de evitar el exceso de indulgencia en nuestra cultura que valora las

cosas materiales. También, puede parecer más fácil resolver las cosas por ellos

porque no hay tiempo o para que todo quede como usted quiere. 

Sin embargo, los niños necesitan habilidades para hacer frente a la vida cotidiana. Cuando se es demasiado indulgente y no permitimos que los niños se enfrenten a las consecuencias de su mal comportamiento, privamos a nuestros hijos de aprender de los errores y otras destrezas que necesitan para manejar lo que la vida presenta.

Fuente: centerforparentingeducation.org

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