Todos aquellos que somos padres tenemos un estilo particular de criar a nuestros hijos. Esto es, en gran medida, resultado de una combinación de factores: nuestra personalidad, nuestras experiencias y la forma en la que nuestros padres nos criaron.
A pesar de nuestras particularidades y preferencias, desde los años 1960s, los estudiosos de la conducta humana han categorizado los estilos de crianza en 4 grupos principales. A continuación comparto una descripción de cada uno, con sus ventajas y desventajas, de forma tal que puedas identificar el tuyo y hacer ajustes según lo entiendas conveniente.
Estilo autoritario:
Este estilo es quizás el más tradicional de todos y el que muchos de nosotros experimentamos con nuestros padres. Los padres son muy estrictos y siempre tienen la última palabra, por lo que el niño no tiene participación en la toma de decisiones o en las actividades diarias. El poder recae sobre los adultos, el ambiente es rígido y el niño está sujeto a la obediencia absoluta.
Ventajas
- Los niños son altamente disciplinados.
- El niño reconoce sus límites y las reglas son claras.
- La niña sabe lo que se espera de ella y sigue instrucciones.
Desventajas
- La comunicación y espontaneidad del niño hacia sus padres se puede limitar.
- Eventualmente, el niño se puede rebelar por la sensación de represión.
- Pueden surgir problemas de autoestima, dependencia emocional, depresión y agresividad en el niño.
Estilo permisivo:
Este estilo es el opuesto al autoritario. Los padres tienden a ser muy flexibles, tolerantes y hay poca estructura y disciplina. Este estilo fomenta la apertura y promueve que el niño se exprese libremente y que se trate como un adulto. Se aspira a lograr consenso en la toma de decisiones e igualdad entre todos los miembros de la familia.
Ventajas
- El vínculo entre los padres y la niña es muy estrecho y sólido.
- El niño rara vez se queja y demuestra mucho afecto hacia sus padres.
Desventajas
- Muchos de los niños criados bajo este estilo se tornan irresponsables y engreídos.
- Pueden tener problemas de adaptabilidad y disciplina cuando alcanzan la adultez.
Estilo desinvolucrado:
Estos padres se involucran poco en la crianza de sus hijos y mantienen una actitud de desapego. En algunos casos, los padres seleccionan conscientemente este tipo de crianza con la intención de que sus hijos aprendan a valerse por sí mismos. Se limitan a cubrir las necesidades básicas del niño y no están activamente presentes en la vida de sus hijos.
Ventajas
- Esta forma de crianza desarrolla un alto grado de independencia en la niña y fortalece su autoconfianza.
- El niño va a aprender a defenderse, por sí solo, desde muy temprano en su vida.
Desventajas
- Al haber pocas guías, el niño puede sentirse perdido y confundido.
- El vínculo emocional entre padres e hijos es débil.
- Puede traer problemas sicológicos al niño por no sentirse suficientemente amado o valorado por sus padres.
Estilo autoritativo:
Este estilo también se conoce como el estilo democrático ya que aunque establece estructura y disciplina permite flexibilidad y da participación al niño. Los padres establecen límites pero explican a su niña o niño las razones por los cuales lo están haciendo. Este método de crianza es participativo y deja un espacio para que el niño exprese sus puntos de vista. Se validan las emociones del niño y se le brinda refuerzo positivo pero de igual forma se penaliza cuando rebasa los límites establecidos. Expertos en la conducta humana lo consideran el mejor de los cuatro estilos de crianza.
Ventajas
- Los niños se muestran más seguros y felices.
- En general, crecen como niños responsables, estructurados y juiciosos.
- A pesar de que imparte disciplina, el niño siente que hay apertura para comunicarse con sus padres.
- Contribuye a desarrollar criterio en los niños
Desventajas
- Es un estilo que requiere una gran inversión de tiempo y esfuerzo de los padres.
- Tratar de mantener un balance resulta complejo.