¿Tu niño padece de TEA (Trastorno del Espectro de Autismo? Pues si es así, debes vigilar qué está comiendo para mejorar su bienestar general.
Trastorno del espectro del autismo (TEA) es el término general para un grupo de trastornos complejos del desarrollo del cerebro, incluyendo,¨Síndrome Autista¨, ¨Hiperactividad¨ y ¨Síndrome de Asperger¨. Los niños autistas se caracterizan, en mayor o menor grado, por las dificultades en la interacción social, la comunicación verbal y no verbal y comportamientos repetitivos.
Características del autismo:
· Perturbaciones en la rapidez de aparición de las habilidades físicas, sociales y de lenguaje.
· Respuesta anormal a sensaciones. Cualquier combinación de los sentidos y sus respuestas están afectados: visión, oído, tacto, dolor, equilibrio, olfato, gusto y el modo en que el niño maneja su cuerpo.
· El habla y el lenguaje no aparecen o retrasan su aparición a pesar de que existan capacidades intelectuales evidentes.
· Relación anormal con personas, objetos o acontecimientos.
Hiperactividad:
Este trastorno implica una dificultad generalizada en el espacio y el tiempo para mantener y regular la atención, y una actividad motora excesiva, secundariamente, se manifiesta en forma de una falta de reflexividad, actuando con impulsividad.
Estos individuos se presentan ante los demás como personas con escaso autocontrol, dejándose llevar con frecuencia por sus emociones, deseos o necesidades.
Síndrome de Asperger:
El Síndrome de Asperger es un trastorno neurobiológico que afecta varias áreas del desarrollo personal. En contraste con el autismo, las personas con SA (Síndrome de Asperger) tienden a desear la aceptación social, pero pueden ser incapaces de intervenir en interacciones sociales.
Sus conversaciones pueden ser unilaterales, demasiado centradas en un tema de interés limitado, caracterizado por un lenguaje pedante y monótono. Una persona con SA no podría percibir los indicadores sociales o el lenguaje corporal de otras personas y podría no notar los sentimientos de otros a su alrededor. Como resultado, una persona con SA es probablemente considerada extraña o excéntrica lo que conduce hacia un aislamiento social.
Debemos pensar que genéticamente la mayoría de la población mundial es como la de los cavernícolas en la era paleolítica y todavía tenemos los mismos genes en cuanto a la capacidad de digerir y desintoxicar los alimentos. ¿Qué comían los cavernícolas? Pues vivían de la caza, la pesca y la recolección y por tanto comían: vegetales, frutas, proteínas y grasas. ¿Qué pasa hoy en día? La alimentación se basa en el consumo de alimentos producto de la agricultura como son los lácteos, el trigo y el azúcar.
Con respecto a los lácteos, somos el único mamífero que lo consume después del destete y además de otro animal. Muchos estudios han demostrado los procesos inflamatorios que produce el consumo de cereales en los niños con autismo, así como el azúcar. El cual es un alimento totalmente refinado, con un alto índice glicémico que altera nuestro metabolismo y alimenta la flora disbiótica (bacterias no beneficiosas).
Hay que sumar también la lista de fertilizantes, conservantes, colorantes y aditivos químicos, que son sustancias que el cuerpo debe desintoxicar. Por tanto, si la capacidad de digestión y desintoxicación de estos alimentos y tóxicos modernos está disminuida en estas poblaciones vulnerables, se produce en primer lugar un daño a nivel digestivo con consecuencias como mala absorción de nutrientes, deficiencias nutricionales, desequilibrio de la flora bacteriana y un intestino permeable. Es posible de permear a la sangre toxinas, los alimentos no digeridos y además microorganismos patógenos, pudiendo llegar al cerebro causando inflamación y en consecuencia las características neurológicas de estos trastornos.
¿Cuáles alimentos deben evitarse? ¿Por qué?
Por investigaciones se recomienda en primera instancia una alimentación a base principalmente de vegetales, proteínas animales, grasas y frutas, lo más orgánico o biológico posible, exenta estrictamente de caseína que se encuentra en los lácteos, el gluten que se encuentra en los cereales y libre de azúcar. Si se puedes ser más específico en segunda instancia se realizan exámenes inmunológicos y genéticos que identifican qué alimentos producen sensibilidad e intolerancia en cada organismo con el fin de buscar la huella particular del individuo. Esto hace más efectivo el tratamiento nutricional.
Los lácteos y sus derivados (leche, quesos, yogur) de vaca, deben eliminarse siempre en la dieta en un niño dentro del espectro autista porque:
· Contienen LACTOSA, que es un azúcar que alimenta hongos y flora disbiótica intestinal y produce intolerancia ya que la mayoría no tenemos la enzima para digerirla.
· Contienen CASEINA, que es una proteína que produce péptidos morfínicos en la mayoría de los niños con TDA y se parece al gluten, por lo cual también produce permeabilidad e inflamación intestinal.
· Además, es una proteína que el organismo reconoce como extraño y produce alergias, intolerancias y/o sensibilidades, etc.
El Gluten: Es una proteína común a TODOS los CEREALES, muy irritante para la mucosa intestinal, produciendo intestino permeable e inflamación.
· También es una proteína alta en glutamato y también genera péptidos morfínicos.
· Un consumidor de gluten difícilmente podrá curar su intestino.
Es por ello, que normalmente en una dieta libre de gluten se eliminan los siguientes cereales:
· Trigo
· Avena
· Centeno
· Cebada
· Kamut o Espelta
· Y cualquiera de sus derivados como el cuscús y el seitán.
El Azúcar
El niño debe acostumbrarse al sabor auténtico de los alimentos, por ello, debemos evitar el sabor dulce añadido. Debemos eliminar los azúcares (azúcar, sacarosa, fructosa) y jarabes (de arce, de arroz, maíz, etc.) ya que son alimentos para parásitos, hongos y bacterias y además son acidificantes para la sangre. También debemos eliminar los edulcorantes, ya que no son naturales y pueden llegar a ser tóxicos. Los edulcorantes recomendados en ocasiones especiales son el xilitol y la stevia.
ALIMENTOS QUE DEBEN ELIMINARSE DE LA ALIMENTACIÓN
Otros: Trigo, maíz, leche blanca, pescados grandes, avena, arroz, quesos, soja, centeno, mijo, mantequilla, papelón, levadura, cebada, derivados lácteos, Splenda, maní, Kamut, sacarina, frutas secas o derivados de cualquiera de estos.
¿Cuáles alimentos se recomiendan para estos casos?
Los niños del espectro deben llevar una alimentación que incluya todos los alimentos y aporten: proteínas, grasa y carbohidratos.
Proteínas: la mayoría de las fuentes son de origen animal.
· Leche: solo se periten los sustitutos vegetales como la de coco, almendra.
· Carnes: pollo, pato, pavo, conejo, cerdo, cordero, chivo, animales de caza.
· Pescados pequeños, menores de 20 cm y menores de 1 Kg.
· Huevo (si es tolerado por el paciente).
· Jamones y embutidos. Premium son libre de gluten.
Grasas: deben formar parte de la dieta de un niño. Debemos dar “grasas buenas”. Entre ellas:
· Aguacate, caldo de huesos con sus grasas, grasa propia del animal, aceites recomendados: oliva, girasol, coco, aguacate.
· Eliminar grasas trans (margarina, procesados, etc.).
· No recomendamos frituras, pero en casos especiales para introducir vegetales, sí están permitidas.
Carbohidratos: en la dieta que proponemos, se garantizan los carbohidratos a través de:
· Frutas (en especial coco y pera, preferiblemente entre comidas).
· Zanahoria y remolacha.
· Aguacate y plátano.
· Legumbres (lentejas, garbanzos).
· Tubérculos (papa, yuca, ñame).
· Pseudocereales (quinoa, amaranto, chía)
Recuerde siempre consultar con un profesional de la salud dedicado a la nutrición y dietética, cada caso lleva un plan individualizado.