La mayoría de las personas que son padres o están criando toman (o al menos lo intenta) las mejores decisiones que pueden acerca de las necesidades de sus hijos, teniendo en cuenta sus experiencias pasadas, la información que tienen, y las circunstancias a la que se enfrentan. No hay padres perfectos y aquellos que ponen su esfuerzo y energía en conseguir esa “perfección”, se agotan y se sienten inadecuado.

Los niños y quienes los crían están mejor cuando estos últimos aprenden a cuidarse en el proceso de crianza. Ser padre es el trabajo más importante que cualquiera de nosotros puede tener, especialmente cuando queremos niños responsables, cuidadosos, compasivos y resilientes. También es uno de los más difíciles y frustrantes. Por ello, los padres necesitan y merecen apoyo e información para ayudarles a hacer lo mejor que pueden en esta importante tarea.

1- Los errores deben reconocerse y verse como oportunidades para aprender, no hay padres perfectos.

2- Cuidar de ti mismo es importante para que tener las energías y las fuerzas necesarias para cuidar adecuadamente de los hijos.

3- No vivas a través de sus hijos, busca satisfacer tus necesidades (y hacer realidad tus sueños) a través de tus propios esfuerzos.

4- Apoya a tus hijos y dale herramientas para que desarrollen habilidades para resolver sus propios problemas, evita ser un padre “helicóptero”.

5- La crianza toma varios años así que procura enfocarte en uno o dos problemas a la vez.

Preocuparse o intentar resolver situaciones de etapas que todavía no han llegado es una pérdida de tiempo y energía.

6- Usa la experiencia y la forma en que te criaron para escoger y seleccionar tu estilo de crianza.

7- Crea tradiciones familiares para transmitir recuerdos y valores.

8- Cuando se trata de decisiones importantes referente a la crianza, procura tener acuerdos previos con quienes compartes la crianza de tus hijos para que todos estén en sintonía.

9- Busca apoyo y ayuda cuando lo necesites.

10- Mantén el sentido del humor.

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