Esta es uno de los valores más importantes para mantener la justicia, la equidad y el balance social
Hace unos días atrás, me dio gran satisfacción cuando una de las madres de la clase de mi niño pequeño envió un mensaje de regocijo a través de la plataforma de comunicación WhatsApp. En su mensaje expresó cómo los niños del salón apoyaron a su niña cuando la vieron llegar con un vendaje en uno de sus ojos como resultado de un tratamiento médico. Todos estaban preocupados por ella y demostraron un alto grado de solidaridad. Me sentí feliz y orgulloso por la forma en la que sus compañeritos la acogieron y le demostraron afecto.
Nos ha tocado criar a nuestros retoños en un momento en el cual la sociedad se ha convertido en una vorágine de supervivencia y egoísmo. El ser humano ha perdido sensibilidad y se ha ensimismado. Sin embargo, aún hay países que se han resistido a aceptar esta forma de vivir como la norma y de los cuales tenemos mucho que aprender.
En Dinamarca, por ejemplo, existen programas creados y fomentados por el sistema de educación pública como “Step by Step” (Paso a Paso), mediante los cuales el niño aprende los fundamentos de la empatía a través de una serie de imágenes con las cuales reconoce las emociones y las acepta sin emitir juicio. Sería extraordinario que tuviéramos algo así en nuestro país. Mientras tanto, podemos enseñar lo que es empatía a nuestros niños de otras maneras.
Una buena forma de comenzar es explicándoles la importancia de escuchar y prestar atención. Por ejemplo, cuando sus compañeros, amigos o familiares se sienten tristes o, de igual manera, cuando estén felices y quieran compartir su emoción con ellos. Escuchar es el primer paso para comprender.
Aprovechemos momentos emotivos como cumpleaños u otras actividades sociales donde puedan reconocer las expresiones de los demás. Por ejemplo, si uno de los niños se enoja porque se le explotó su globo, puedes preguntarles a tus hijos por qué creen que el niño está enojado. Explora sus sentimientos y comparte los tuyos. Así aprenderán que en la vida podemos sentirnos tristes, desilusionados, cansados, enojados, sorprendidos, felices y asustados, entre muchas otras emociones.
Busca libros que tengan historias relacionadas a la amistad, la comprensión, los sentimientos y la empatía. El material de apoyo los ayuda a entender de manera más fácil estos conceptos.
Si ves que tus niños se comportas de manera injusta con otra persona, confróntalos y pregúntales cómo les gustaría que los tratasen a ellos si la situación fuera de forma contraria.
Promueve en tus hijos el deseo de servir y ayudar a sus compañeros o amigos cuando lo requieran. Una de las mejores demostraciones de empatía es a través de la colaboración con los demás y el trabajo voluntario.
Procura que tus hijos vean en ti un ejemplo al tratar a los demás con gentileza, comprensión y solidaridad. Puedes estar seguro de que tus niños procurarán imitarte.
Si queremos convertir a nuestros frutos en buenos seres humanos tenemos que empezar por lo esencial. Comprender y colaborar con los demás, sin emitir juicios, es esencial para mejorar nuestras relaciones personales y tener una mejor convivencia. Fomentemos este importante valor y seamos embajadores de este. Una mejor sociedad es posible.
Publicado en El Nuevo Día Sección Por Dentro Yo soy un Papi Por: Jorge Carvajal 15 DEC. 2018 - 6:10 AM Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
NOTA CIENTIFICA: