No ha sido un proceso fácil. La pandemia del coranovirus ha creado un caos total y ha distorsionado nuestra forma de vida significativamente. Desde mi perspectiva, esta crisis traerá consigo cambios enormes y permanentes a nivel mundial, particularmente a nivel social y económico.
Si bien la paternidad es de por sí tarea difícil, en circunstancias retantes e inciertas como las que vivimos, el panorama se complica exponencialmente. Sin embargo, como padres venimos llamados a dar el ejemplo y enfrentar la situación manteniendo el control y asumiendo una actitud positiva para brindar a nuestras familias apoyo y seguridad. Por otro lado, así como el coronavirus ha venido a trastocar nuestro día a día, también nos plantea nuevas oportunidades para desarrollarnos como padres.
Facilitar la educación en línea
Aquellos que teníamos dudas sobre la efectividad de la enseñanza “on line”, hoy podemos reconocer que ha sido una herramienta esencial para que nuestros niños y jóvenes se mantengan activos académicamente y se evite el retraso escolar. Habiendo dicho eso, nada reemplaza el salón clases y la enseñanza presencial tiene incontables ventajas. No obstante, a diferencia de lo que muchos padres pensábamos, nuestros hijos se han adaptado bien al sistema y han aprovechado esta experiencia nueva. Además, los recursos audiovisuales son de gran utilidad para el aprendizaje y los niños ganan independencia al administrar su tiempo para cumplir con los requerimientos diarios.
Conectar con nuestra familia
Regularmente vivimos de forma agitada y atendemos múltiples compromisos que nos impiden pasar suficiente tiempo de calidad con nuestros hijos. Una de las ventajas de la cuarentena es que aumenta el tiempo que pasamos en la casa, lo cual inevitablemente provee mayores oportunidades de interacción familiar. Esta pausa obligada es idónea para compartir y unirnos más como familia. Aprovechemos la oportunidad para detenernos, estar más presentes y liberarnos un poco del ajetreo diario.
Promover en nuestros niños la resiliencia
Sin lugar a dudas, creo que nuestros hijos se convertirán en la generación de los resilientes. Luego de experimentar el huracán María en el 2017, la salida forzada del gobernador Rosselló en el verano de 2019, y el comienzo del presente año con los temblores y el coronavirus, nuestros hijos han tenido que forzosamente aprender a adaptarse a circunstancias inesperadas y adversas. Confío en que esta serie de vivencias que los ayudarán a formarse como adultos valientes, sensibles y con mucha capacidad de adaptación a los cambios.
Fortalecer nuestra creatividad
Dicen que la necesidad es la madre de la inventiva y si hay algo que hemos podido evidenciar, principalmente a través de la tecnología y las redes sociales, es cuán creativos podemos ser los seres humanos bajo situaciones difíciles. Y para nosotros los padres, ser creativos es importante para mantener a los niños ocupados. Podemos acceder en línea clases de dibujo, baile, así como otros ofrecimientos virtuales de entretenimiento como conciertos y obras teatrales. Por otro lado, ahora tenemos tiempo para juegos de mesa, preparar recetas de cocina y hacer ejercicios. En fin, todo está clausurado excepto nuestro cerebro e imaginación.
Con cada reto llegan oportunidades y debemos aprovecharlas al máximo. Aprovechemos este tiempo para hacer actividades que nos ayuden a crecer como seres humanos y como padres. Posiblemente nunca más tendremos un momento como este que nos permita bajar las revoluciones y sentarnos, tranquilamente, a reflexionar sobre las verdaderas cosas que tienen importancia en la vida. Aprovechemos además para contestarnos las preguntas: ¿qué tipo de padre quiero ser yo cuando todo esto pase? ¿Qué quiero haber logrado para el bien de mis hijos y el de mi familia? Ojalá que pronto salgamos de esta etapa con salud y mayor conocimiento de nosotros mismos.