Mantener una actitud positiva, particularmente en estos días, no es tarea fácil. La ansiedad, incertidumbre y los retos que ha traído consigo la pandemia, particularmente para nuestro diario vivir, dificultan que nos mantengamos optimistas.

Esta situación, como cualquier otra dificultad que enfrentamos en la vida, es una oportunidad para demostrar resiliencia. Para que un ser humano pueda mantener una condición mental estable y balanceada debe trabajar consigo mismo para enfrentar las pruebas de la vida con fortaleza y esperanza. A su vez, todo acontecimiento que nos plantea retos trae consigo una lección positiva y de crecimiento.

A continuación les ofreceré varias recomendaciones para desarrollar el optimismo y la confianza en nuestros hijos.

Reconoce y acepta las situaciones difíciles

Cuando enfrentamos momentos complicados en la vida es esencial que los aceptemos. Muchas de las situaciones en nuestro diário vivir no van a estar en nuestro control. Así, que es mejor concentrarnos en aquello que podemos manejar y procurar hacer lo mejor que podamos. El negar, reprochar o repudiar una situación difícil nos detiene y no nos ayuda a adelantar el proceso para salir de la misma.

Evita quejarte constantemente

Es tentador quejarnos por las dificultades en nuestro entorno. En ocasiones hasta ayuda a desahogarnos y seguir hacia adelante. Debemos ser conscientes de lo que verbalizamos particularmente cuando son expresiones de desagrado o desgano. Expresiones como: “Esta trastera no termina nunca.”, “Esto cada vez se pone peor” y “No puedo bregar con la escuela de los nenes” cargan el ambiente y nuestros hijos observan una conducta que luego imitarán.

Ofrécele retos a tus hijos

En ocasiones limitamos la capacidad que tienen nuestros hijos de hacer las cosas por sí mismos. Hay que asignarles deberes y tareas domésticas para ayudarlos en el desarrollo de su independencia y confianza. Puedes darles tareas variadas dependiendo de su edad, como por ejemplo hacer la cama, lavar su ropa o preparar una comida sencilla. Permite que experimenten la satisfacción de hacerlo por ellos mismos y evita intervenir para ayudarlos. Es importante para desarrollar el optimismo que ellos se sientan capaces de lograr sus metas.

Piensa antes de actuar

Recientemente, mientras uno de mis hijos jugaba con sus amigos, uno de ellos se burló de él y le llamó de una forma inadecuada. Mi nene se sintió muy mal y mi inclinación inicial fue contarle el incidente a los padres del niño para que tomaran alguna acción. En su lugar, decidí usar la situación para enseñarle a mi hijo a manejar y resolver sus problemas por sí mismo. Luego de validar sus sentimientos, le expliqué que si algo así volvía a suceder, le debía indicar a su amigo que no se sintió bien con lo que le dijo y que un amigo no trata de esa manera a otro. Al día siguiente, cuando el amiguito volvió con la broma, mi niño lo detuvo. Afortunadamente, su amigo reaccionó bien, se disculpó y ahí quedó el asunto. La experiencia le demostró a mi niño que él puede manejar sus problemas y valerse por sí mismo.

Enfócate en resultados positivos

Si tu niño se acerca con una preocupación ante cualquier situación difícil, escúchalo y responde con la verdad. No trates de minimizar la situación o de ignorarla. Habla sobre el tema pero enfoca la conversación de forma optimista, presentando el ángulo que explique una enseñanza o una oportunidad para aprender y crecer.

Mantener una actitud positiva se cultiva con la práctica diaria. Comencemos por dar gracias todos los días por las bendiciones que recibimos. Siempre podemos identificar algo por lo cual sentir gratitud. Este es un gran momento para que nuestros hijos reciban ese modelaje y sientan esperanza por un mejor porvenir.

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