La obesidad infantil es un problema que afecta a una gran cantidad de niños. En general, la obesidad es uno de los problemas más comunes tanto en niños y adolescentes como en adultos. Es un problema tan marcado que muchos consideran que la obesidad es una pandemia no infecciosa. Hablando de pandemias…
La cuarentena debido al COVID-19 ha resultado en que la obesidad infantil se profundice y no se habla lo suficiente de esto. El mundo entero ha pasado meses en casa, lo que quiere decir que muchos niños han perdido su rutina diaria, han adoptado malos hábitos alimenticios, han perdido buenos hábitos de sueño y están mucho más sedentarios que antes. Lo mismo se puede decir de los adultos.
En un escenario como el de la cuarentena y el encierro en casa, problemas como la obesidad infantil han aumentado mucho. ¿Y qué hay que hacer para revertir este efecto? Pues, retomar el control de nuestro estilo de vida. En el artículo de hoy discutiremos lo que es la obesidad infantil, cómo la cuarentena por COVID-19 ha impactado esta situación, y qué podemos hacer como padres para prevenir la obesidad infantil.
H2: ¿Qué es la obesidad infantil?
La obesidad infantil es una enfermedad crónica muy común que afecta al 30% de los niños. Hoy en día, más y más niños se diagnostican con enfermedades asociadas a la obesidad, como lo son la hipertensión, la diabetes, entre otras.
Un niño tiene obesidad infantil cuando el percentil del índice de masa corporal es mayor al 95%. Por otro lado, un niño tiene sobrepeso cuando el percentil del índice de masa corporal es mayor al 85% pero menor que 95%.
Las causas de la obesidad infantil son muy variadas ya que muchos factores diferentes contribuyen a esta pandemia. Los factores más comunes son el medio ambiente, la falta de actividad física, herencia genética, modelos de alimentación inadecuados, y estatus socieconómico.
H2: ¿La cuarentena por COVID-19 ha empeorado la situación de obesidad infantil?
Según el último Congreso Internacional de Obesidad, cualquier evento que desestructure la rutina de los niños y los mantenga confinados en casa, como ocurre durante las vacaciones de verano, desencadena conductas desfavorables. En otras palabras, el estilo de vida cambia, se pierde la estructura, y por ende aumentan de peso.
La cuarentena por COVID-19 es uno de los eventos que más ha desestructurado la rutina de los niños, adolescentes, y adultos. Durante este periodo de tiempo, se ha perdido el control de la rutina de niños obesos.
Hay que tomar en cuenta que la duración de las cuarentenas varía de país en país. Aquellos que han vivido cuarentenas largas y constantes sufrirán efectos más duraderos y que serán más difíciles de revertir cuando se trata de la obesidad infantil. Es por esto que es importante intervenir lo antes posible y tomar el control de la rutina una vez más.
Los cambios que trajo consigo el confinamiento han tenido un gran efecto en la obesidad infantil y definitivamente ha empeorado la situación en muchos aspectos. La ausencia de ejercicio, el sedentarismo, la pérdida de buenos hábitos alimenticios; todos estos son factores que tienen grandes consecuencias.
H2: ¿Cómo prevenir la obesidad infantil?
La prevención de la obesidad infantil depende en gran medida de buenos hábitos y éstos deben empezar en el hogar. Hace falta estructura para evitar la obesidad infantil y también para luchar con ella y ayudar a nuestros niños a recuperar su salud. Aquí discutiremos algunos de los hábitos más importantes para prevenir la obesidad infantil:
H3: Actividad Física
La actividad física es muy importante ya que el sedentarismo es uno de los grandes aliados de la obesidad infantil. Es importante que nuestros hijos realicen actividades físicas al menos una hora al día. Estas actividades pueden ser moderadas o intensas y es importante que no se traten como un castigo. Hay que enseñarles a nuestros hijos el placer de hacer ejercicio o practicar algún deporte y que tenga una connotación positiva. También podemos mantenerlos activos jugando con ellos y haciendo que participen en las rutinas domésticas para que no pasen todo el día sentados.
H3: Alimentación Equilibrada
En nuestro rol de padres, es importante que aprendamos a brindarle a nuestros hijos una alimentación equilibrada y adecuada. Esto requiere educación de nuestra parte y también la ayuda de nutricionistas para que nos guíen. En líneas generales, es importantes que beban al menos 1 o 2 litros de agua diarios, hacer de los cereales y legumbres la base de la alimentación, combinar proteínas animales y vegetales, consumir al menos 5 raciones de frutas y vegetales, y evitar alimentos procesados.
H3: Mantener un Horario de Comidas
Esto es muy importante. No solo se trata de comer de manera saludable y limpia, sino también evitar el picoteo de comida entre horas, sobretodo si se trata de golosinas. Tener un horario de comidas y mantenerlo ayudará a tus hijos a tener mucha más estructura. Si les da hambre entre horas, puedes ofrecerles opciones más saludables, como son las frutas, la granola, el hummus, entre otros. También es esencial que cada comida sea buena y los mantenga llenos por más tiempo, por lo cual es importante incluir los grupos alimenticios más importantes y darles buenas porciones.
H3: Reducir el Tiempo Delante de las Pantallas
Según varios estudios, los niños pasan alrededor de dos horas y media video la TV, jugando en la PC o en el móvil, entre otros dispositivos. Es importante reducir el tiempo que pasan nuestros hijos delante de las pantallas y asegurarse de que se mantengan más activos. Por esto es tan importante crear el hábito de actividad física.
No se puede negar que la cuarentena por COVID-19 ha tenido efectos desfavorables en muchos aspectos de nuestras vidas. La obesidad infantil ha aumentado durante este tiempo y no es algo que debamos ignorar. Sin embargo, podemos hacer algo al respecto y ayudar a nuestros hijos a recuperar la estructura un día a la vez.